Lucecita Benitez
La extraordinaria cantante puertorriqueña, recibió hace pocos momentos el permiso para residir de manera permanente en esta media isla privilegiada por la naturaleza y desgraciada por la voluntad de los hombres.
De esta manera la magnífica intérprete de la Nueva Ola se une a Julio Iglesia y a Danny Rivera, quienes hace ya tiempo residen en nuestro país.
La información me alegra, pues soy fans de Lucecita, que junto a Chucho Avellanet y la inolvidable Carmita Jiménez, conforma el trío de mayor calidad en la historia de la música portorriqueña.
De ella amo su vozarrón bien administrado y su ética profesional, y es capaz de enloquecer a cualquiera cuando interpreta esos boleros inolvidables. De doña Carmita admiré siempre su temperamento tierno y apacible, y considero que Chucho, aún después de los 60 años, conserva la voz magnífica transmitiendo sentimientos como solo las estrellas como él pueden hacerlo.
Recibo con júbilo la información y celebro su presencia entre nosotros.
La extraordinaria cantante puertorriqueña, recibió hace pocos momentos el permiso para residir de manera permanente en esta media isla privilegiada por la naturaleza y desgraciada por la voluntad de los hombres.
De esta manera la magnífica intérprete de la Nueva Ola se une a Julio Iglesia y a Danny Rivera, quienes hace ya tiempo residen en nuestro país.
La información me alegra, pues soy fans de Lucecita, que junto a Chucho Avellanet y la inolvidable Carmita Jiménez, conforma el trío de mayor calidad en la historia de la música portorriqueña.
De ella amo su vozarrón bien administrado y su ética profesional, y es capaz de enloquecer a cualquiera cuando interpreta esos boleros inolvidables. De doña Carmita admiré siempre su temperamento tierno y apacible, y considero que Chucho, aún después de los 60 años, conserva la voz magnífica transmitiendo sentimientos como solo las estrellas como él pueden hacerlo.
Recibo con júbilo la información y celebro su presencia entre nosotros.
1 comentario:
Hay vida y magia subterránea en este blog, tal vez porque su creador rocía con chispas de belleza sus palabras, como un gimnasta etéreo o un volatinero onírico que danza sobre la cuerda oscilante del tiempo. Yo lo invito a proseguir con estas entregas, que son exquisiteces de su espíritu
Antonio Mena
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